Antecedentes Históricos
En Francia una crisis financiera precedió a una revolución. La participación de los franceses en la Guerra de Independencia Norteamericana contribuyó a aumentar enormemente la deuda del gobierno, ya de por si excesiva. No obstante, sería exagerado afirmar que la Revolución Norteamericana dio lugar a la Revolución Francesa. Más bien aceleró procesos que hacía ya mucho tiempo estaban en marcha en Francia. Y, al igual que las razones de la Revolución estaban más profundamente arraigadas y eran más complicadas en Francia que en Norteamérica, así la revolución misma sería más violenta y arrolladora.
La causa inmediata de la revolución fue de naturaleza financiera; el rey Luis XVI intentó un recurso tras otro para evitar la bancarrota y terminó convocando a los Estados Generales, esto es a la asamblea representativa, que no se había reunido desde hacía setenta y cinco años.
Una vez reunidos, los estados dieron a reformas que llevarían a la destrucción del antiguo régimen en Francia. No obstante, las causas de la revolución más profundamente enraizadas atañían a la sociedad y a la economía francesa así como a su historia política e intelectual. Tras las crisis financieras de la década de 1780 había innumerables décadas de malos manejos fiscales.
Los nobles y el clero se rehusaron a pagar su necesaria participación en los impuestos. El resentimiento que despertaba la iniquidad en los impuestos así como la ineficacia del gobierno fue creciendo poco a poco entre el campesinado sin privilegios, los trabajadores y, sobre todo, entre la burguesía. Lo que tradujo el descontento burgués en un potencial para la revolución, fue el programa de cambio que lanzaron los filósofos, entre ellos Nietzsche quien reaccionó ante la revolución que se produjo al ser condenadas las ideas modernas como la libertad de culto y conciencia, libertad filosófica y científica. Se da una desacralización de la sociedad y una crítica hacia la religión. También trae un gran despegue económico y las nuevas clases obreras, así como el nacionalismo, liberalismo y socialismo.